Sacaron sus juegos y mientras la playa se iba llenando de turistas y veraneantes, nuestros anacrónicos jugaron al balón y a las palas mientras la Signora Camilleri se marchaba a nadar con el flotador o Pablo miraba los veleros con el catalejo. Lady Marianne aprovechó para descansar del soleado día bajo una gran sombrilla y a media mañana vinieron dos señoritas vestidas de Sorollanas, Alejandra y su madre Adela, que no habían podido acudir antes y entonces fue cuando ¡nos dimos cuenta de que la luz y la pincelada del maestro valenciano era precisamente la de las dos de la tarde!.
Era tiempo entonces para almorzar. En la misma playa dispusieron un pequeño picnic y comieron sandwiches ante la atenta mirada de los curiosos que pasaban por ahí.
Los niños les señalaban y las madres les explicaban que eran artistas del cine, de una compañía de teatro o animadores socioculturales. ¡Hasta les preguntaron si eran extras de alguna serie televisiva!.
Gracias a Lady Marianne tenemos un documento en video de lo ocurrido durante el fin de semana. ¡Disfrutad!