El viernes, como es habitual, fue el día de encuentros, saludos, abrazos y compras de última hora. Las primeras en llegar fueron la Signora Camilleri y Lady Áyden en coche y ya por la noche, en tren llegó Lady Marianne en lo que ha supuesto "su primera reunión anacrónica independiente" (sin Lady Miranda y Serval) y por último la familia Marín, procedente de Cádiz que amenizó la cena y todo el fin de semana con esa gracia que tienen los andaluces.
El sábado por la mañana quedamos en la playa de la Malvarrosa y necesitábamos sombrillas grandes, pelotas hinchables, flotadores, palas y rastrillos (que finalmente fueron los de Lothwyn).
Dividimos la reunión en tres partes.
La primera quisimos que fuera un homenaje a las pinturas de Joaquín Sorolla. ¿Cómo dejar de hacerlo estando en la ciudad del maestro? De manera que el sábado por la mañana, cuando bajamos a la playa, lo hicimos vestidos de blanco, con pamelas y sombrillas.
Después de las fotos de rigor y gracias al cambiador de la Signora Camilleri (siempre preparadísima) nos pusimos los trajes de baño. Pero eso, lo explicaremos en otra crónica. De momento, disfrutad con las fotos de la primera hora de la mañana :)
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