Las estaciones son cíclicas: cuando una se acaba, otra comienza. Eso quiere decir que despedimos el verano para darle la bienvenida al otoño, sabiendo que el año que viene, tendremos de nuevo otro verano. Con la caída de las hojas, otras dos anacrónicas emprenden un nuevo comienzo en sus vidas. Si hace poco le deseábamos suerte en su periplo a Mlle Ryette, hoy tenemos que despedirnos de Lady Diana y de Lady Sybilla, las cuales también emprenden con entusiasmo una estancia en Japón (¿qué tendrá el país asiático que acoge a tanto anacrónico?). Las echaremos mucho de menos, las recordaremos en las reuniones y sobre todo, les deseamos mucho éxito y felicidad. Se marchan como las estaciones, dejando el recuerdo de que pronto, quién sabe si el año que viene, vuelvan a aparecer estelarmente entre nosotros. Idas y venidas, bienvenidas y hasta prontos.
Hay quien piensa que las despedidas son el comienzo de algo, de otra cosa nueva. Abrazamos con todo nuestro cariño a Lady Sybilla y a Lady Diana y saben que en el tren de regreso, les estaremos esperando con los brazos abiertos. Y si no hay tren de regreso, siempre podremos hacer una comisión anacrónica en el Japón donde esperamos que os junteis y recordeis estos momentos que hemos pasado juntos y en el que hemos recreado, sonreído y divertido. Poco a poco por las redes sociales nos siguen más anacrónicos (¡gracias a todos los que haceis grande esta familia!). Twitter y facebook aumentan día a día su número de followers y nos sentimos felices de acogerlos a todos. Cualquiera tiene un sitio en Anacrónicos, cualquiera que tenga un sueño, una ilusión, cualquiera que piense que esta historia no es la suya o este tiempo es el incorrecto. Bienvenidos desde cualquier parte del mundo. Japón sabrá también decir nuestro nombre.
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