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domingo, 7 de septiembre de 2014

Pan marinero en el siglo XVIII y XIX

Siguendo la estela de la receta del grog, aquí os dejamos otra que formó parte del almuerzo diario de los marinos durante siglos.
 
 
Receta:
 
Mézclese un kilo de harina con un vaso de agua tibia y otro de aceite o de manteca fundida. Agréguese un puño de masa madre y amásese a conciencia. Tras lograr una masa uniforme háganse bolas del tamaño de medio puño y aplánense. No ha de reposar ni levar. Cuézanse en el horno hasta que la masa tome color amarillo o muy levemente tostado. Déjense enfriar por completo y vuelva a cocerse hasta que tome un color dorado intenso. Caso de estar destinado a grandes travesías puede cocerse una tercera e incluso una cuarta vez cuidando que no tome color marrón.
 
Éste pan de viaje puede llegar a durar años (sí, años) si se almacena convenientemente. Para comerlo, lo más habitual es mojarlo en agua de mar para ablandarlo y así poder morderlo o cortarlo con el cuchillo reglamentario. Esto añadía además unas muy valiosas sales minerales a la monótona dieta de las tripulaciones, de ahí que no se le añada sal. Además hemos de recordar que, aunque ahora tiene un precio irrisorio, hace 300 años un kilo de sal era casi una pequeña fortuna.
 
Como no todo el mundo dispone de masa madre, se puede adaptar muy fácilmente cambiando el puño de masa por un cubo de levadura prensada de 25 gramos desleído en el vaso de agua.
 
Para los que no sean tan osados, aún se realiza una receta parecida que muy posiblemente alguien conocerá ya sin relaccionarla con su origen: http://www.youtube.com/watch?v=p1u-66WszUg
Esperamos que las disfruten.

domingo, 29 de junio de 2014

El grog, una bebida veraniega de marineros decimonónicos

Nada mejor para combatir el calor que un buen bebedizo veraniego tan usado en el siglo XIX y que aún hoy disfrutan viejos oficiales de la Royal Navy. La receta surgió fruto de la necesidad y la observación en el siglo XVIII, gracias al almirante inglés Edward Vernon llamado bajo cubierta "Old Grog" por vestir siempre con una capa impermeable de grogham. En 1740 Vernon obligó a su tripulación a que el ron que bebían sus hombres fuese rebajado con agua bajo para evitar las borracheras que mermaban la atención y vigía de los marineros en alta mar. A cambio de rebajarles la dosis de alcohol, los marineros gozarían de dos raciones al día.
 
Para mejorar el sabor de la bebida se añadió azúcar y lima, dando origen al grog actual, llamado así en honor del almirante.

El grog era muy apreciado en las travesías por barco en los siglos XVIII y XIX. El zumo de cítricos aporta vitaminas, la miel da energía y agrada al paladar, el ron desinfecta y la sal aporta minerales (de hecho en alta mar se mezclaba a partes más o menos iguales según las necesidades agua dulce con agua de mar). Aleja el escorbuto, aplaca el espíritu, remineraliza, refresca y agrada el paladar. ¡Todo en un solo trago!


Como anécdota os contamos que el adjetivo de estar "grogui" viene precisamente del estado ebrio en el que quedaban los que abusaban del grog. 
 
Receta:

En un vaso de pinta se mezcla el zumo y algo de pulpa de dos naranjas y un limón, dos cucharadas de miel o azúcar moreno, dos dedos y medio de ron tostado, una pizca de sal y se rellena el resto con agua.
 
Hay que removerlo antes de disfrutar de él. No encontrareis nada mejor para acompañar una agradable singladura. Probadlo. No os defraudará.