domingo, 20 de diciembre de 2015

Lotería de Navidad. Llamando a la suerte desde 1812.

Todos jugamos a la Lotería de Navidad. En mayor o menor medida todos los años llamamos a la suerte esperando ser afortunados. ¿Pero cuándo y porqué surgió este sorteo tan especial?
   
El 10 de diciembre de 1793 se celebraba en España el primer sorteo de Lotería Nacional. Fue el Marqués de Esquilache, Ministro de Hacienda de Carlos III, quién instauró a semejanza de los sorteos que funcionaban en Italia, un sistema de juego parecido al de la Primitiva actual; cuyo fin era recaudar de una forma sutil dinero para las arcas públicas. Con este sorteo se legalizaba y regulaban las apuestas en España prohibidas desde 1387.


Marqués de Esquilache


Esta lotería fue el germen de la que surgiría años más tarde durante una de las peores crisis de la historia de España: la Guerra de la Independencia. En medio de las hambrunas y horrores de la guerra, las  Cortes de Cádiz, por medio del ministro del Consejo y Càmara de Indias, Ciriaco González,  promovieron la instauración de una nueva Lotería llamada "Moderna" para distinguirla de la implantada por Esquilache, cuyo primer sorteo se celebró en marzo de 1812. De nuevo el fin era conseguir dinero para las arcas públicas, tan esquilmadas por la guerra. El sorteo navideño se celebró el 18 de diciembre del mismo año, aunque no recibió el nombre de "Sorteo de Navidad" hasta varios años después. El primer número agraciado con un "gordo" de 8.000 reales fue el 03604.
 
Debido a la ocupación napoleónica, esta "lotería moderna" al principio sólo se celebraba en Cadiz y San Fernando, extendiéndose después a Ceuta y la comunidad andaluza según se conseguía vencer a las tropas francesas, llegando a Madrid en 1814 con un sistema de bombos y bolas como el que vemos en la actualidad.



Desde un primer momento el sorteo contó con gran participación. Ya en 1832 se emitían 12.000 números. El interés por el sorteo creció de forma exponencial año tras año, obligando a la Administración a aumentar la emisión de series de cada número, debido a que ya no se podían meter más bolas en los bombos. En 1817 ya existían  497 administraciones de lotería en toda España, 25 de ellas en Madrid y todas eran administradas por hombres, excepto dos: una en Barcelona y otra en Murcia regentadas por mujeres.
 
Ni siquiera la Guerra Civil paró el sorteo, aunque lo dividió en dos. Una Lotería nacional y otra republicana. Durante estos años la venta de décimos supuso el 1,1% del PIB.



NIños de San Ildefonso 1906

La motivación para elegir uno u otro número son muchas y diversas. Manías, coincidencia con fechas señaladas o históricas. Pero la estadística habla y nos dice que la terminación más repetida en la historia es el número cinco. Y el número uno, la menos, sólo ha sido premiada en ocho ocasiones. Y hay terminaciones que nunca salen como el número trece.

¿Tenéis vuestro décimo soñado a buen recaudo? Acercadlo a San Pancracio y mucha suerte para el sorteo.

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